Ultimas horas: Horóscopo para el Fin de Semana

Horóscopo para el Fin de Semana



Si te escucho decir la palabra Facebook te voy a contar algún chisme conspirativo, tal como que la CIA es dueña de una parte de Facebook o algo parecido. Y claro, como vos sos refanático de Facebook y no vas a permitir que un trasnochado de turno venga a defenestrar el sitio que te ha hecho garchar aún más que el fotolog y el msn, te vas a poner verborrágico y vas a empezar a vociferar pavadas, intentando salvaguardar la imagen del portal a toda costa.
¿Pero sabes qué? A mi me va a importar un carajo lo que digas porque voy a tener un vaso lleno de vodka con ginger y hielo y mientras vos me estés preguntando si tomo Coca Cola o si uso el Windows xp, o si alguna vez tomé un café en Starbucks, tratando de meterme en no se qué caverna barata de tu imaginación, por mi garganta va a estar bajando una jauría rugiente de cuchillos afilados para hacerme pensar que todo esta bien y hasta quién sabe, regalarme algunos chispazos de alegría etílica que se encarguen de dibujar una mueca sonriente en algún lugar de mi cara desencajando con la falta de expresión en mi rostro y preocupando a la gente que me acompañó hasta el lugar.



Pero seguramente de la sonrisa epiléptica voy a pasar a estar enojado y te voy a convencer de que todo es una gran mentira y de que vos vas a ser el primer hijo de puta al que le van a poner el chip para controlar tu vida.
¡Ah no suspirar, que no todo queda ahí! De mi correcto inglés gramatical suburbano voy a empezar a balbucear como si tuviese la boca llena de pasto seco, los ojos se me van a salir de órbita y ya no voy a permanecer sentado en mi taburete norteamericano importado de China, sino que voy a estar parado agitando el dedo índice, seguramente tratando de esbozar algún detalle escabroso del 9-11 o de cómo la palabra propaganda se transformó en la palabra marketing con tan solo cruzar el charco.
El tono obsesivo paranoico no será de tu agrado y hasta te provocará cierto escozor al momento que proyectará en tu cara un gesto perdido y decidirás irte a fumar un pucho afuera, a seis metros de la puerta, como bien indica la Ley.
Con tu partida, me voy a relajar y a volver a apoyar el culo en el taburete. Un par de tragos de vodka-ginger, algunos chistes relacionados con la cocaína o con salir a la avenida a pegarle a un mendigo y todo va a volver a su cauce habitual olvidandome rápidamente del asunto conspiracional y tratando de jugar al juego del pibe gracioso.
La última banda va a subir al escenario y me voy a adentrar entre la multitud acalorada para volverme invisible y terminar de tomar lo que queda del jarabe.

Extraído del blog de JL González

No hay comentarios:

Publicar un comentario